viernes, 31 de agosto de 2012

Llaves

Aunque aún tengo la entrada del blog de ayer sin terminar, escribo esta rápidamente para decir que...

¡¡¡ Ya tenemos casa !!!

Esta mañana quedamos con el de la inmobiliaria, que apareció puntual como la muerte, revisó el piso con nosotros, sacó fotos de todo y se trajo a un limpiador para que el piso quede pimpante y listo para su uso desde esta tarde. Aquí, la foto que más ganas tenía de colgar tras un largo mes de batallar con el malvado mercado inmobiliario tulipandio:


Así que entre hoy y mañana nos trasladamos desde Noord Amsterdam a Oud Zuid. A ver cuál de todos los amigos que amenazaron quedaron en venir a vernos es el primero en animarse...

jueves, 30 de agosto de 2012

Feísmos amsterdameses: el alien porrero

Siguiendo con la serie de postales y objetos feos, aquí va esta perla que amenaza con terminar ya con la competición al ser probablemente la cosa, idea o proyecto más horripilante de la ciudad: el alienígena con porro a la entrada de una tienda de souvenirs para turistas. Con gorrito y bandolera. Para más delito el acabado elegido es spray bronce cutre, así parece una escultura de metal, pensarían sus dueños. Me va a costar mucho encontrar algo que le llegue a la suela de los alienígenas pies, pero se intentará. Juzgad vosotros mismos:


Tortitas en el bosque

Hay que ver, te despistas un poco y de repente han pasado dos días y tienes unas cuantas cosas más que contar. Ayer miércoles amaneció un día precioso y decidimos que tocaba pasarlo en el bosque, el Amsterdamse Bos del que ya he hablado por aquí y que cada vez me gusta más. Es un bosque civilizado, con árboles, prados y senderos pero como se hizo con un proyecto muy cuidado y es artificial, más bien parece un parque gigantesco; por supuesto, plano planísimo. Me recuerda al parque del Prater de Viena, esos sitios que al final son lo que más te gusta de una ciudad, sobre todo si vives en ella.

D. nos había comentado que al oeste del parque hay un sitio famoso por sus pannenkoeken o tortitas, motivo suficiente para ir a comprobar el dato; pero es que además tienen una especie de mini-granja con bichos para los niños y no se encuentra lejos de una zona de baño infantil dentro del Bos, así que preguntándonos cómo no habíamos ido antes, salimos para allá con calma y con una breve parada para encargar un casco para la nena.

Lo del casco tiene su aquel, porque en este país de millones de bicicletas es raro ver a padres que le pongan casco a sus hijos y como mucho lo llevan cuando están aprendiendo a montar solos (sobre los 3 años he visto yo a alguno). Una tiene una cierta propensión a las caídas y prefiero prevenir. El otro día un motorista me dio un porrazo en el carrito de bebé que llevaba enganchado detrás y casi me rompo la crisma, así que el casco para la niña es importante no sea que se repita el incidente. Cuando vimos una de las sopotocientas tiendas de bicis y accesorios entré a comprar uno pero como es un artículo con poca demanda (¡!) tuve que encargarlo y lo tendremos la semana que viene. Como curiosidad, había unos veinte tipos de timbre, pero cascos para niños y bebés ninguno.

El Bos tiene en su parte norte un canal alargado para remo y deportes similares, y para que algunos descendientes de los espartanos se bañen para probar su valor. Paramos en un pradito a comernos el picoteo en plan picnic y descubrir que aquí hay ranas en medio de los prados aunque no haya estanques a la vista (así de húmedo está el suelo), y luego nos acercamos al famoso restaurante de tortitas a por el postre. El sitio se llama Boerderij Meerzicht, y aparenta ser una casita muy mona y coqueta pero en realidad alberga todo un imperio especializado y monotemático de proporciones impresionantes. Para los de Tenerife: es a las tortitas lo que Casa Tomás a las costillas. Para los de Madrid: es a las tortitas lo que el bar Las Bravas a... Las bravas. Etcétera.

El cuartel general pannenkoekenero.

El sitio es enorme, tiene mesas dentro y fuera y se ve por todas partes ese sentido de la organización y del monotema que caracteriza a los negocios cuyos dueños han visto la luz y decidido que para qué diversificar, si puedes centrarte en lo que sabes hacer y que encima es lo que los clientes esperan de ti. Hay un menú con unas 45 variedades de tortitas y luego alguna cosa más para los aguafiestas que quieran pedir otra cosa (equivalente a pedir pescado en Casa Tomás o una hamburguesa en Las Bravas). El sistema es con número de pedido y te van llamando por una pantalla; pueden tardar un buen rato en sacar el tuyo, cosa a tener en cuenta si tienes las bebidas al principio y para cuando llegan las tortitas te las has terminado. La máquina de preparación es abierta y fascinante porque parece un cacharro de peli de Tim Burton, véase foto abajo (sí, la saqué con mi cachophone y la calidad es tan terrible como siempre):

La increíble máquina de tortitas y sus operarios

Cuando te toca, te acercas al mostrador y te dan un cacharro diseñado expresamente para apilar los platos de tortitas y que te lleves la pila de golpe a tu mesa. Con dos platos como la nuestra pesaba lo suyo, lleno tiene que ser algo serio de levantar. Por supuesto cada tortita es del tamaño de un plato llano grande y tienen una pinta estupenda. Las nuestras eran de manzana con canela y de Nutella (mi hijo juega sobre seguro y siempre pide chocolate).

¿Podrá el intrépido Javi acabar con una de éstas él solo?

Dimos buena cuenta de las tortitas y pasamos un rato viendo los bichos (a los que se puede dar de comer pagando una ración de cañamones), subiendo a los columpios (Javi, claro) y contemplando a muchísimos abuelos holandeses zampar tortitas con un aspecto delicioso. El sitio es muy popular entre los locales pero no vimos a ningún extranjero aparte de nosotros, y todo estaba en holandés salvo una fotocopia del menú de tortitas en inglés, nada de menú plastificado en cuatro idiomas. Nos apuntamos la de piña y bacon y la de naranja y almendra para la próxima vez y nos fuimos pedaleando entre los árboles hasta la Gran Piscina Infantil (habíamos estado en la Pequeña Piscina Infantil, que resultó no ser muy diferente en tamaño a pesar del nombre) donde los críos se bañaron en las aguas gélidas y luego, como aún quedaba tarde por delante pero no había tiempo de ir a un museo, nos pasamos a ver el Centro de Visitantes del Amsterdamse Bos (Bezoekerscentrum). Lo habíamos visto varias veces pero siempre lo habíamos dejado para otro momento.

La piscina grande.

El centro de visitantes es como un búnker con una forma similar a un barril, en madera y cristal y con mucha curva. Dentro hay una tiendecita de cosas relacionadas con la naturaleza -guías para reconocer pájaros, lupas para insectos, etc.-, una exposición permanente con la historia del Bos y algunos paneles sobre pájaros, tipos de árbol y bichos varios que se pueden ver, y una sala de exposiciones temporales que en este caso tenía una de Mondriaan (dato para enterados: era holandés y el nombre correcto es con dos aes pero lo cambió a Mondrian. No, yo no lo sabía hasta que lo vi en la expo). Junto al mostrador de la tienda hay un montón de animales disecados y permiten a los niños tocarlos, una buena idea porque pocas ocasiones en la vida se tienen de tocar un topo, por ejemplo. Había una ardilla y aprovechamos para preguntarle a la de la tienda (que era muy simpática) cómo es que la ciudad no está plagada de ardillas cuando hay el clima y los árboles perfectos para que se encuentren por todas partes. La explicación es que hace 20 años hubo un virus que aniquiló la población y sólo recientemente se han empezado a recuperar. Están protegidas y se pueden ver en ciertas zonas del Bos, pero nada que ver con otras ciudades donde las ardillas se toman confianza y se te acercan; aquí son huidizas y raras de ver. Son de las rojizas y por supuesto tenían varias disecadas por la exposición.

La pena es que toda la información del centro es en holandés, pero por ejemplo Javi vio un par de pelis de animación que contaban cómo drenaron la zona y cómo plantaron todo y estaba tan claro que se enteró sólo por la imagen, así que en general lo recomendaría si uno está por la zona. Es gratis, se visita en 15 minutos y el personal es muy agradable.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Política y casa real en Tulipandia

Como ayer tuvimos un día muy tranquilo (dimos un paseo por la zona de Leidsestraat y luego comimos en casa de nuestros amigos, seguido de otro paseo) aprovecho esta entrada para comentar el tema de la política aquí, eso sí, muy por encima porque tampoco es que esté empolladísima, la verdad. Antes de llegar sí sabía, por los blogs de Pelocha y Distorsiones, que la política aquí no tiene nada que ver con la española. Recuerdo leer hace unos meses que en Tulipandia habían tenido que reorganizar los acuerdos y coaliciones para poder sacar adelante el paquete de recortes (sí, aquí también hay), y que no hay dos partidos principales sino siete u ocho que se reparten la mayoría de escaños. Hay un dicho de que si dejas a dos holandeses solos en una habitación discutirán, y si metes tres formarán un partido político o una religión.

En fin, que vas tomando recortes de aquí y allí y en una revista del ExpatCenter venía un artículo que lo resumía para el recién llegado, así que ahora sé un poco más que cuando llegamos hace un mes. Además se ven por la ciudad carteles para las próximas elecciones de septiembre, y como una es muy curiosa, quería enterarme de quién es quién y de qué va cada uno. Llevo tiempo intentando pasar de la política porque en España es deprimente y absurda y hace tiempo que no lleva a ninguna parte (buena) pero no lo puedo evitar, me gusta informarme de qué está pasando y cuando veo carteles por ahí siempre me tengo que enterar de qué es lo que pone o quién es el fulano de turno. Así que esta entrada es también para usarla yo de referencia ya que seguro que tardaré en enterarme bien de quienes son todos ellos, y por adelantado perdón por lo aburrido del tema a los que leen este blog para entretenerse.

Para empezar, los Países Bajos son una monarquía, como sabe cualquiera que se lea el Hola o el Semana y se encuentre al matrimonio de príncipes herederos, Guillermo y Máxima, aristocrateando por doquier o presumiendo de sus retoñas. No parecen ser de los que montan muchos números como ocurre en Mónaco o, últimamente, en España. La reina Beatriz es la monarca actual, tiene la misma pinta de abuela entrañable pero firme que la de los ingleses, y hay devoción por ella. El otro día alucinamos cuando en el super nos dieron una revista gratuita que se llama Oranje Boven, en referencia a la casa real; se trata de una publicación para monárquicos donde te cuentan todo lo que hace la familia y de paso te ponen al día sobre las demás coronas europeas (sí, aparecen la Leti y Felipito, pero curiosamente no se menciona al Iñaki ni lo de los safaris reales). Todo es monárquico y hasta la sección de pelis es toda de temática real, y en la página central te encuentras con esto, una utilísima chuleta con el arbol genealógico para alcararte entre tanta melenaza rubia y ojos azules de quién es quién:

En nuestro nuevo piso estará enmarcado en la entrada

Y luego están los políticos.

En el parlamento hay 150 escaños y 120 de ellos los ganaron tres únicos partidos durante años y años. Pero en los 90 la gente estaba un poco harta de tan poca oferta (que se basaba sólo en las líneas religiosas y sociales) y empezaron a aparecer más partidos, entre ellos el del famoso Pim Fortuyn, que pedía detener la inmigración masiva y fue tachado de extremista y xenófobo. Como curiosidad, resulta que era católico y homosexual, dos conceptos que en España es inconcebible encontrar en la misma persona, al menos públicamente. Al pobre Pim se lo cargaron a tiros (un supuesto defensor de los derechos de los animales, más holandés que el Gouda, que luego dijo que lo había hecho para "proteger a los musulmanes") unos días antes de las elecciones. La gente se indignó, su partido sacó un millón de votos y veintipico escaños, y sentó precendente de que podía haber votantes suficientes para nuevas formaciones políticas. Ahora hay siete, SIETE formaciones que se reparten la mayoría de los escaños, pero ninguna saca jamás la mayoría absoluta así que se tienen que poner de acuerdo muchas formaciones para sacar cualquier cosa adelante, y parece complicado pero lo logran hacer año tras año; así que no está mal como sistema, aunque los hay que dicen que a este paso el país será ingobernable a partir de septiembre. Cuando lo del paquete de recortes europeo, lograron ponerse de acuerdo en 48 horas a pesar de que se había deshecho la coalición anterior porque Geert Wilders, el líder del partido anti-islam/anti-europeísta, se había negado a firmar dichos recortes.

En fin, que los siete partidos cuyos pósters decoran la ciudad estos días son:

- El Partido del Pueblo por la Libertad y la Democracia (VVD), con Mark Rutte (el partido más votado hoy por hoy; Rutte es el primer ministro). Los únicos pro-recortes europeos (no les queda otra) y aunque critican la EU sí que han votado por aplicar todos los recortes.








- El Partido Socialista (PS), con Emile Roemer. En contra de los recortes europeos y a favor de extender las ayudas sociales; al parecer su líder cae bien y se le ve moderado pero se le ha criticacado el no estar muy enterado del tema de economía.




- El Partido Laborista (PVDA), con Diederik Samsom. Les parece mal lo de los recortes pero entienden que toca ajustarse a lo que diga la UE. Al parecer están faltos de un líder carismático y van un poco de capa caída.





- El Partido de los Verdes o Izquierda Verde (GL), con Jolanda Sap. Estos empezaron siendo una coalición de tres partidos progresistas de izquierdas y ahora son más bien liberal-conservadores, y están en alza.

 - El Partido por la Libertad (PVV), con Geert Wilders (rconocible por el pelazo), que va contra la inmigración islámica y dice defender la libertad de expresión. El Wilders es posiblemente el político que más titulares acapara porque es el más polémico. Eso sí, lo tiene difícil para que los otros le propongan una coalición porque la última vez se salió y les hizo tener que replantearlo todo para lo de las medidas de ajuste.

- El Partido Demócrata '66 (D66) con Alexander Pechtold. Estos ponen al Wilders a caer de un burro y son muy pro-Unión Europea, lo cual ahora no es lo más popular porque aquí se oyen bastantes voces a favor de pasar de la UE y del Euro (el otro día me comentaba un holandés que desde que está el Euro todo es mucho más caro y que echan de menos su antigua moneda).



- El Partido Cristiano-Demócrata (CDA), con Sybrand van Haersma Buma. Estos son de centro y antes se llevaban gran parte del voto católico que ahora se ha ido al Wilders. Son conservadores y piden un retorno a los valores tradicionales y a un papel moralizante por parte del gobierno.

Como se ve, hay para todos los gustos y estos son los partidos principales. Es muy difícil aclararse con cuál es cuál y de qué va cada uno porque no hay equivalentes con los partidos que tenemos allí y está todo muy mezclado. La política aquí siempre ha tenido fama de ser aburridísima, algo que no sé hasta qué punto es malo porque en España tenemos una vida política de lo más entretenido con titulares surrealistas a diario y personajes esperpénticos variados y no parece que sea mejor, la verdad.

lunes, 27 de agosto de 2012

Bancos y piscina

Por fin llega el lunes y nos habíamos propuesto que fuese un día productivo, ya que en una semana comienzo en la ofi: aparte de seguir con el tema del contrato del piso (envié hoy el borrador del contrato al agente, y ahora lo siguiente es que el dueño firme) salimos a primera hora de la mañana al banco para cambiar la cuenta que ya teníamos (de no residentes) a una cuenta de residentes, que sólo te la dan cuando tienes el famoso BSN, el número fiscal de empadronamiento que obtuvimos el viernes pasado. Como veis todo gira en torno al BSN. El plan era luego dedicarnos al turismo e ir a ver la piscina municipal más cercana a nuestro domicilio.

Nuestro banco en Tulipandia es el ABN AMRO, uno de los tres más gordos (los otros dos son el ING que todos conocemos, y el Rabobank, cuyo nombre siempre es motivo de chufa entre los hispanohablantes). Elegimos este porque te garantizan copia de los documentos en inglés y que siempre habrá alguien que te hable en ese idioma en la sucursal que sea. Tienen oficinas por todas partes, así que fuimos a una que se encuentra en la misma plaza del Dam a la que ya habíamos ido hace un par de semanas, con idea de estar a primera hora según abriesen y tener luego tiempo libre el resto de la mañana; pero cuando llegamos una de las empleadas que estaba entrando nos dijo que el lunes abren... ¡a la una! resulta que aquí los bancos aquí tienen unos horarios muy extraños y varían según el día de la semana y la sucursal. Por ejemplo, la sucursal de Leidseplein abre los lunes desde las 8, y el sábado también, una alegría para los que tenemos horario de oficina normal ya que hay siempre un día de la semana que te abren hasta tarde y cuentas además con el sábado para hacer gestiones. El concepto de "asuntos propios" parece desconocido en este país ya que si trabajas y tienes que ir a tu banco puedes hacerlo o desde tu casa por internet, o uno de los días con horario amplio, o el sábado en alguna de las sucursales céntricas.

Fuimos por lo tanto hasta Leidseplein, que tiene una sucursal modernísima y muy espectacular, con zona de estar, varios ordenadores para uso de los clientes, un mostrador ultramoderno donde parece que te van a servir un mojito en vez de tramitarte cosas de tu cuenta, y por supuesto la consabida máquina de café para que te desayunes mientras esperas, algo que me encanta y que es una pena que no copien en los bancos españoles porque esperar con un periódico y el café se hace mucho más ameno. Tenían también un iPad y una mesa de dibujo para que los niños se entretuviesen mientras los mayores realizábamos tediosísimas gestiones.

Hay zonas de espera y zonas de espera.
Obsérvese el mostrador-barradebar a la izquierda
y el pedestal con iPad a la derecha.

Al ratito salió una señora que se presentó en inglés y nos indicó que la siguiésemos a una de las salitas de reuniones (es aquello que se ve al fondo con recuadros de cristal) y ahí empezó el papeleo. Cuando le expliqué lo que queríamos trató de hacer algo que era más sencillo para el banco pero más complicado para nosotros, así que le dijimos que no y que mejor lo que era más complicado para ella. Se puso en marcha y estuvimos casi dos horas de papeleo aburridísimo, pero informativo y útil, además de que por fin salimos de allí con otro tema resuelto.

Era ya mucho más tarde de lo que habíamos calculado, así que para no tener que volver a casa a comer y luego salir de nuevo, paramos en una panadería y compramos unos hojaldres rellenos (de salchicha, de carne estofada y de saté, este último el mejor sin duda) y nos fuimos hasta la Mirandabad, la piscina municipal del distrito donde se encuentra nuestro piso (si finalmente todo sale bien). La habíamos encontrado ya por internet desde Tenerife pero aún no habíamos podido acercarnos, con todo el tema de búsqueda de pisos, entrevistas y demás papeleo; hoy, como teníamos el día más tranquilo y Javi llevaba tres semanas preguntando, era un buen momento.

La piscina resultó ser estupenda. No sólo hay una parte interior de las "formales", con sus calles para entrenar, sino que hay todo un complejo de piscinas diferentes, climatizadas, conectadas entre sí y llenas de cosas para los críos. Tienen toboganes, olas artificiales, zonas de poca profundidad para los más pequeños y un tubo-tobogán gigante. Además, dispone de una zona de jardín enorme y piscinas exteriores (eso sí, estas tienen el agua helada y sólo abren en verano); hoy como hacía sol había gente dentro y fuera. Tanto la zona exterior como la interior están muy bien y hemos tomado nota para ir en invierno cuando más echemos la playa en falta. Se puede pagar por cada vez o sacar bonos múltiples con lo que te ahorras un dinerillo. Los críos se lo pasaron muy bien y a la vuelta nos cronometramos y resultó estar a menos de diez minutos en bici del piso nuevo, así que definitivamente volveremos por allí.



Tras pasar unas cuantas horas saltando de una piscina a otra, volvimos dando un paseo en bici hasta casa. Hoy en la ruta de vuelta tratamos de cruzar por el Magere Brug, uno de los puentes más bonitos de la ciudad, pero resultó estar estropeado y no permitían el paso, así que otro día pasaremos y haremos las fotos de rigor.

domingo, 26 de agosto de 2012

Domingo bíblico

Hoy nos levantamos sin Javi, que se había quedado en casa de los niños de ayer (donde la fiesta), y tras desayunar tomamos un tranvía hasta el barrio de nuestros amigos para recogerle a él y a las bicis. Hay que reconocer que el transporte público de esta ciudad es caro pero funciona de miedo; es difícil encontrar un barrio que no tenga varias opciones de tranvía, metro, bus o tren de cercanías bien comunicados con el centro. En este caso lo cogimos en la salida de la estación central y nos dejó prácticamente en la puerta de nuestros amigos, que estaban desayunando (con otra pareja que está quedándose en su casa y con la que se iban de turismo luego). Nos tomamos un café con ellos, comentamos las mejores jugadas de la fiesta (sin duda, el pedir a los invitados que se vistieran a lo Bollywood, la coreografía y la comida), que había terminado a altas horas de la noche, y luego nos fuimos cada cual por nuestro lado.

Así de gris estaba hoy la ciudad desde el embarcadero del ferry.

Habíamos pensado parar en el camino de vuelta en el Museo de los Canales (Het Grachtenhuis), que se encuentra en el Herengracht; lleva poco tiempo abierto y he leído en varios sitios que está fenomenal. Explica la historia de los canales y su construcción con varias instalaciones audiovisuales, maquetas, etc., y se ha llevado varios premios. Sin embargo, cuando llegamos descubrimos con horror que no está en la lista de los museos de la Museum Kaart y que la entrada sale por 12€ por barba (un poco menos los niños). El chaval que habían puesto en la entrada a tratar de convencer a los turistaas para que entrasen nos contó que para que lo incluyan en el Museum Kaart un museo se tiene que tirar años funcionando y de forma rentable; en este caso llevan meses y es cien por cien privado así que no tienen subvención y toca pagar sí o sí. Cuando vio que nos lo estábamos pensando, nos dijo que si sacas la entrada por internet tiene un descuento de 3 euros por persona, así que decidimos dejarlo para otro día y meternos en el museo de al lado, por eso de que llovía y nos apetecía ver cosas a cubierto sin tener que pedalear más. Se trataba del Museo bíblico de Ámsterdam.

De entrada, sé que esto suena a museo muy religioso y de temática muy específica, pero no es así. Para empezar, vale la pena verlo aunque sea sólo por el edificio. Se trata de cuatro casas unidas para formar un solo palacete, una idea que tuvo un burgués forrado allá por el siglo XVII; como coleccionaba objetos relacionados con la biblia ahora el museo expone algunos de ellos, pero aunque algunos sí reflejan la relación directa (una maqueta de Jerusalén, miniaturas del arca de la Alianza, biblias varias...) otros son un poco traídos por los pelos como temática bíblica. Por ejemplo, en la planta alta te encuentras de sopetón con una inesperada momia egipcia y varios canopes cuya relación con la biblia es... que los hebreos estuvieron en Egipto, claro. Así que hala, ahí van unos cuantos gatos momificados, escarabajos de ágata y estatuillas de Horus para completar la colección. Interesante es, pero te sorprendes porque es todo muy ecléctico. De hecho te lo puedes pasar muy bien tratando de ver relaciones bíblicas con las cosas que hay por la casa, algunas más evidentes que otras.

Javi dibujando en una de las mesas taller
que hay por todo el museo.

En el sótano y bastante escondida hay una habitación repleta de biblias de todo tipo, algunas muy antiguas y en vitrinas, con la historia de cómo la biblia llegó a Holanda y fue traducida y anotada. En una mesa baja tienen un minitaller para que los niños escriban su nombre (o la palabra que quieran) en el alfabeto latino, griego o arameo usando una rueda troquelada, y les dan iniciales de manuscritos medievales para que las coloreen, una buena idea porque evita que se aburran demasiado recorriendo las salas. También hay dos cocinas muy bien conservadas en las que ves cómo se vivía en el siglo XVII, con vajillas, utensilios y comida postiza para crear ambiente (relación con la biblia: pues es evidente, eran las cocinas del dueño de la casa, que coleccionaba objetos bíblicos. Si es que hay que explicarlo todo).

Jardín, por supuesto de inspiración bíblica
(tiene higueras, por ejemplo)

El jardín trasero es muy bonito y las habitaciones que dan a él son ahora la cafetería. Una de las cosas más curiosas es que en esa zona hay dos cuartitos pequeños, las "cámaras de aromas" con tarritos de piedra que puedes abrir para oler cosas que aparecen en la Biblia, como la famosa mirra o el incienso (sí, los de los Reyes Magos) o la madera de cedro; en cada tarrito te ponen el versículo en el que se cita. Además había una exposición temporal sobre flores y su simbología (bíblica, claro), con lo que tenían cuadros antiguos y modernos con flores y de paso, algún bodegón de comida (relación con la biblia = los pintaba la misma gente que los cuadros de flores, algunas de las cuales tienen simbología cristiana; aquí ya éramos unos expertos).

Tras el museo retomamos las bicis y disfrutamos de un nuevo y refrescante chaparrón holandés de camino a la estación. Por suerte este ya nos pilló prevenidos y equipados y hasta los niños llevaban pochos para luvia así que sin mucho problema llegamos al ferry, cruzamos el IJ y llegamos a casa para pasar la tarde skypeando con amigos y familia y ver llover mientras permanecíamos calentitos en casa (sí, fuera ya hace fresco y se agradece).

Cunas y Bollywood

Como ya sabéis todos, aquí el fin de semana no hay nada que hacer en lo que a inmobiliarias se refiere, así que ayer salimos a dar una vuelta mañanera y a buscar un accesorio para enganchar el carrito de la niña plegado a la bici. Hasta ahora íbamos en plan Ben-Hur, con el carro sujeto en transversal con pulpos elásticos a mi asiento de detrás y arrollando al personal en los pasos más angostos, porque se me olvida que ocupo un metro de ancho cuando voy así y reparto porrazos a mansalva, además de llevarme algún susto también. Así que fuimos paseando hasta una tienda del Jordaan y encontramos el cacharro, y de paso una tienda de quesos muy popular en la zona que tiene unos croissants espectaculares (3 por 1,90 €, recién salidos del horno, nada que envidiar a los de Francia). Luego volvimos a casa a comer; por la tarde teníamos que pasar por el barrio de De Pijp a ver una cuna para la niña, localizada en la maravillosa web Marktplaats (para cuando nos hayamos mudado). Para rematar el día, nuestros amigos daban una fiesta temática de Bollywood a partir de las siete y la idea era pasarnos aunque fuese un momento, después de ver el tema de la cuna.

Durante la mañana había caído alguna gota pero no parecía nada serio. Sin embargo, de camino a lo de la cuna empezó a llover, pero no una lluvia de las ligeras, sino que repentinamente apareció una nube negra y cayeron cubos y cubos de agua. En pocos segundos estábamos casi empapados, menos mal que nos dio tiempo a sacar los ponchos impermeables (que aquí son muy populares y caben hechos un burruño en las alforjas de la bici; los venden por todas partes) y el daño fue menor. Aquí por mucho que brille el sol cuando uno sale a la calle, siempre hay que tener a mano algo impermeable o un paraguas. Ente charcos y lluvia y parando a ratos cuando la cosa se ponía peor, llegamos a donde la cuna, muy cerca del cole de Javi. Se trataba de una chica de origen italiano que vivía en un cuarto piso holandés, es decir, sin ascensor y con peldaños altos y estrechos: una escalada de las que eliminan la celulitis a la semana de vivir allí. La cuna estaba muy bien y la reservamos para recogerla la semana que viene. Al bajar y viendo que había escampado un poco, estuvimos pensando si ir a la fiesta o si tirar la toalla y regresar a casa como pudiésemos, sorteando charcos; pero como no era muy lejos y habíamos quedado en que pasaríamos seguro, hicimos un último esfuerzo y llegamos hasta la casa pensando en estar por lo menos un ratito, una hora o así.

Menos mal que decidimos ir. La fiesta fue genial, con comida estupenda, mucha gente y videos de pelis indias de Bollywood, que lograron que todos los invitados tratasen de seguir a la vez una de las complicadísimas coreografías sin que nadie resultase herido ni se hundiese el suelo. Gracias a los invitados hindúes y sus búsquedas en YouTube descubrimos que existen hasta híbridos alucinantes flamenco-hindi (haced clic aquí si os atrevéis), o rock'n'roll-hindi (esto, para valientes de verdad). Hay que ver escenas de estas en una pantalla grande con un grupo de 20 personas intentando reproducir simultáneamente el look chulazo (ellos) y las miraditas (ellas). Fue todo muy divertido y nos lo pasamos fenomenal. Había invitados de varios países y entre ellos había venido una vecina mayor muy marchosa, holandesa, con la que estuve charlando un poco y que me preguntó si nosotros éramos de origen hindú (¿¿¿???) así que los paseos en bici nos han debido dar más color del que yo creía.

Como los anfitriones eran unos auténticos profesionales, habían preparado incluso una mesita con cosas para niños (había tres) y también ellos se lo pasaron muy bien; acabaron viendo películas y picoteando de los platos menos picantes. Estuvimos más de tres horas y nos dio pena irnos pero la peque estaba ya dormida y el camino de vuelta iba a ser más pesado cuanto más tardío. Finalmente el niño se quedó a dormir en la casa de los otros niños (a los que ya conocía de hace un par de semanas), que viven debajo del piso de nuestros amigos, y nosotros volvimos en tranvía con la niña, quedando en volver al día siguiente (hoy domingo) a recoger bicis y niño.

Desde el tranvía tuvimos ocasión de ver parte del Ámsterdam nocturno: sábado por la noche en el centro-centro de la ciudad. Todo abarrotado, gente de juerga, locales a tope y algún chalado como siempre en estas ocasiones, en este caso un holandés en calzoncillos asomado al balcón de su casa y diciéndoles cosas a los que pasaban por debajo. A mí me recordó a la Gran Vía de noche, con fauna de todo tipo pero sin aspecto de peligro real.

viernes, 24 de agosto de 2012

La casa de los gayumbos + ya semos residentes

Hoy viernes teníamos dos citas importantes para rematar una semana de mucho nervio: una visita a otra casa a las nueve, y la cita en el ExpatCenter para todo el papeleo del BSN (el número fiscal y de empadronamiento), a las diez y media. Aunque se supone que ya tenemos lo de la casa resuelto, aún no es seguro y además ya nos daba hasta curiosidad ver un piso más a ver qué nos hemos perdido.

La casa estaba en Bos en Lommer (bosque y sombra), un barrio de los relativamente nuevos al oeste de la ciudad, de camino a Haarlem. Es un barrio bastante majo, lo suficientemente cerca del centro como para ir en bici o andando, pero con edificios de construcción reciente. Como se considera "las afueras" es más barato y las casas suelen estar bien, muchas de ellas se compraron como inversión y al no poder venderse las están alquilando prácticamente nuevas. Ésta en concreto la encontramos asaltando una inmobiliaria de las de tipo Dory y negándonos a abandonarla hasta obtener una cita para visitar. No era muy barato, pero tenía muy buena pinta.

Llegamos antes de tiempo como siempre y estuvimos explorando la calle y el barrio. Está cerca del parque Erasmuspark, pequeño y mono, y frente a una zona deportiva. Mientras esperábamos en la calle, vimos cómo al portal llegaba el agente a la vez que un cliente; pensamos que habrían quedado a menos cuarto y decidimos esperar a la hora, pero llegó otro chico y todos íbamos a ver el mismo piso. Así son las cosas aquí, la inmobiliaria avisa que enseña el piso de 9 a 10 y por ahí desfila todo el que esté interesado. Sigo sin saber cómo se las apaña la gente que trabaja en el mismo horario que las agencias; me imagino que delegan o piden el día libre.

El piso era un primero sin ascensor, para variar, pero las escaleras eran aceptables (cabía el pie entero en el peldaño) y el edificio bonito. El piso en sí estaba bien, pero nada más entrar salió a recibirnos el de la agencia, visiblemente apurado. Se presentó y se disculpó porque el piso estaba "sucio y desordenado", ya que los ocupantes actuales estaban aún preparando su mudanza. Hizo bien en adelantarse porque a partir de ahí vimos cosas en el piso que daban vergüenza ajena, y al menos supimos que dicha vergüenza era compartida. Si el tipo hubiese llegado diez minutos antes que los visitantes, seguro que habría metido todo en un armario y se habría ahorrado el mal trago.

Nuestros poderes de deducción sherlockianos nos hicieron ver que los ocupantes actuales eran dos chicos, estudiantes y jóvenes. Por ejemplo había calzado deportivo impecable y carísimo y cuatro marcas diferentes de desodorante pijo, pero la cocina estaba repugnante, la ropa por el suelo y las camas sin hacer. Uno pensaría que cuando va a entrar alguien y ver tu casa lo mínimo es hacer las camas pero estos tíos claramente no compartían esa flosofía. Ambas camas estaban sin hacer, pero además había restos de comida, ropa sucia, cojines del salón "convertidos" en almohada y olor a ropa sin lavar. Yo cometí el error de abrir la nevera y casi me dan arcadas, en serio. El caso es que era una pena porque el piso estaba realmente bien, si lograbas imaginarlo tras una buena limpieza. Los dormitorios eran grandes, los armarios estaban genial, había una terraza muy bonita que daba a los jardines de detrás, y el salón era enorme. De hecho, nos apuntamos a candidatos, por si falla el Piso Everest, que aquí nunca se sabe.

Para que os hagáis una idea de la diferencia entre lo que uno ve en la web de la inmobiliaria y lo que puede encontrarse en la vida real, aquí va una comparativa de la misma habitación, según la foto "oficial" y la foto que hice hoy con el móvil:

En la web
 En la cruda realidad. Y eso que no podéis olerlo.

Con el dormitorio principal nos quedamos alucinados. El guarro del inquilino había dejado hasta sus calzoncillos como complemento decorativo. A petición de mi marido ("Inés, tienes que poner esto en el blog") ahí va una foto de lo que esta mañana pudo ver todo el que desfiló por la casa:

 Tal cual, los dejó tal cual.
Él cree en el Axe pero con la casa así, 
me da que ni con esas.

A pesar de estas cosas con las que te ríes y horripilas a la vez, de verdad que el piso está muy bien, y como nunca se sabe y apuntarse como candidato no cuesta nada (con esta agencia) nos apuntamos y luego salimos a toda mecha al ExpatCenter.

Al ExpatCenter llegamos antes de hora pero enseguida salió el funcionario que nos habían asignado para el tema del papeleo. Era de Curaçao pero de madre holandesa, muy simpático y fan declarado de Madrid y de Barcelona, donde procura ir cada vez que puede. Nos dijo que bastaba con uno de nosotros porque sólo hay dos confidentes y los críos se iban a aburrir, así que entré yo mientras Ale se quedaba con Javi e Irene en una zona en la que le ponen a los niños películas mientras esperas y les dan material de dibujo (¡!), "porque a los críos la espera y el papeleo se les hacen muy pesados y así pasan un rato agradable", nos dijo. Hemos decidido que si nos falla el piso nos vamos de okupas al ExpatCenter.

El papeleo fue sencillo y rápido. Mucha fotocopia y rellenado de datos pero a la vez nos agilizó muchas cosas, como por ejemplo usar el Libro de Familia en vez de esperar a que nos llegue la partida de matrimonio, o pre-rellenar el cambio de dirección para cuando cambiemos de donde está la ofi a Ámsterdam (donde estará la vivienda) y así ahorrarnos una visita al ayuntamiento. Estuvimos hablando del tema de la crisis, y me comentó que desde hace un tiempo han desfilado muchísimos griegos por el Expatcenter y que él se queda alucinado con lo que le cuentan de sus países; españoles dice que aún no han visto muchos, pero supongo que en parte es porque vamos de cabeza a la Embajada y porque la mayoría ni sabe que este sitio existe. Nos echamos unas risas a cuenta de lo del Rey y sus elefantes (qué triste que se nos conozca fuera por cosas como ésta) y alucinó con Urdangarín (eso aquí sería la caída de la monarquía, decía), y de los suyos me dijo que son unos obsesos de la burocracia y el papeleo y a veces se obsesionan demasiado con esas cosas, y que unos cuantos de sus colegas remolonean a la hora de atender a la gente que va sin cita. No se libran de la corrupción pero no parece que sea a la escala que tenemos nosotros. En general fue muy entretenido. En menos de una hora (ellos habían calculado hora y media) teníamos nuestros cuatro BSN que nos certifican ya como ciudadanos residentes con derechos y deberes, que ya comentaremos más adelante.

De propina, me comprobó que la vivienda que queremos alquilar está efectivamente libre para el registro en el ayuntamiento, me comentó que la agencia sí es de las legales y que las condiciones son un asco pero aquí es así, como indicaba Pelocha en la entrada sobre buscar piso, puedes negarte o exigir que te devuelvan la comisión pero lo hace poca gente porque si tú no quieres habrá mil que sí. También me dijo que lo que sí debía exigir a la inmobiliaria era los papeles traducidos al inglés que para eso cobran y es normal pedirlos. Al menos en el tema del piso me quedé más tranquila. 

Esta vez, como sí íbamos con cita, nos dieron la bolsa-regalo de diseño que contiene el cuadernito de "Tu primer mes" (que ya teníamos), varios folletos informativos, un mapa extenso y detallado de la ciudad, dos llaveros de zuecos de madera naranjas (¡!), y el International Herald Tribune de hoy. No sé si es coincidencia o pasa habitualmente, pero en el IHT venía España en la portada a cuenta de la ocupación de unas fincas en Andalucía por grupos de jornaleros (y en la página 3, la famosa restauración del Cristo que parece ser la noticia del momento allí). Es la segunda vez que vamos por el ExpatCenter y siempre salimos con la sensación de que el sistema funciona, de que esa gente te quiere ayudar y facilitar la adaptación al país, y que todo irá bien.

Después nos acercamos a la oficina de la inmobiliaria a ver si se podía acelerar algo el proceso pero nada de nada, el agente me dijo que por la tarde me mandaba el borrador del contrato y las condiciones. A esas alturas ya llevábamos cinco horas de un lado a otro en bici y decidimos irnos a casa a comer y por la tarde quedarnos por el barrio.

El Eye de Ámsterdam

Tras las emociones de la mañana con el piso necesitábamos salir y desconectar así que, Museum Kaart en ristre, nos fuimos paseando hasta el Eye, el museo de cinematografía de Ámsterdam. Está en la misma ribera del IJ (uno de los ríos de la ciudad) que nuestro piso temporal. Supongo que lo de llamarlo Eye (ojo) es no sólo por la forma sino porque Eye se pronuncia igual que IJ; pero a saber. El logo es un ojo, claro.

Se llega caminando en diez minutos desde casa (es además un paseo muy bonito, en el que hay que cruzar una esclusa y unos parques). Hacía muy buen día, además, así que la terraza cafetería del edificio estaba a tope de gente viendo los barcos y las gaviotas pasar. Como veis en la foto, parecía que estuviésemos en Miami. Es un sitio recomendable, apartado de la zona bulliciosa pero a la vez muy cerca del centro porque se llega en cinco minutos en el ferry gratuito que se coge tras la estación central.

Avenida de llegada al Eye, 
con el cartel de la expo de Kubrick.

El edificio en sí es espectacular. La arquitecta es Zaha Hadid, que se ganó el Pritzker hace algunos años y es uno de esos nombres famosos en el ramo por hacer edificios muy llamativos, con estructuras casi imposibles, y a veces muy polémicos. Este, al parecer, ha gustado mucho y desde el principio; a mí me pareció espectacular y bien pensado pero sobre todo, creo que gusta porque está en una zona nueva en la que no rompe con ningún edificio histórico ni ha habido que derruir nada para ponerlo. Convierte en interesante una zona en la que sólo había edificios de oficinas y viviendas normalitas y a la que nadie iba si no era para trabajar. El Eye contiene además varias salas de cine con la tecnología más puntera donde puedes ver (pagando de 9 a 10 euros, eso sí) pelis míticas o estrenos, y cosas como ciclos de cine holandés subtitulado en inglés (parece una broma pero no sé si hay muchas más formas de ver cine holandés subtitulado, y me pareció interesante).

El edificio, sin Photoshop para eliminar chafafotos.

La visita al edificio es gratuita; las salas, de pago; y aparte hay exposiciones temporales que es donde rentabilizan el centro entero. La mayoría de la planta principal es la cafetería y es preciosa, con un acristalamiento y terraza exterior para ver la bahía como quien está en un barco de crucero. hay además unas instalaciones en la planta inferior, en plan interactivo, todas relacionadas con el cine pero muy amenas y rápido de ver. Una de ellas es una cámara que te graba durante unos segundos y si quieres, puedes convertir la grabación en un cuadernillo de esos cuyas páginas pasas rápido y hace el efecto de minipelícula; la recoges en la tienda por 5 euros. También hay una sala en la que hay escenas cortas del cine de todos los tiempos ordenadas por temas, y pasas un rato entretenido. También hay una especie de naves espaciales en las que caben tres o cuatro personas y puedes ver películas o selecciones de escenas de la historia del cine; tenían mucho éxito porque había gente en todas ellas y convierten el Eye en una opción estupenda para echar un día de lluvia.

Vista de la planta de cafetería y su terraza.

La exposición temporal era sobre el cine de Kubrick y prometía, la verdad. Para empezar, en lo alto de las gradas de la zona de cafetería habían puesto una de las esculturas que abren La Naranja Mecánica, tal cual con los detalles y todo. Por desgracia no pudimos ver la expo porque debido a las escenas que proyectan y a los objetos que hay, no permiten acceso a menores de 17 años con lo que o bien iremos por separado o lo dejaremos correr y esperaremos a que hagan la exposición del cine de Marisol para poder ver el resto del museo con los niños.


La tienda está bastante bien, uno pensaría que iba a ser como las tiendas de cine de toda la vida pero sólo tienen unas pocas cosas bien elegidas, postales, algo de merchandising relacionado con el edificio en sí (por ejemplo, botes de lápices con el dibujo de mosaico de la fachada) y como curiosidad, chorraditas con ojos como tema: bolas de goma con pupilas, tiritas con forma de ojo y cosas así.

 
Vista de la terraza de la cafetería

Seguramente volveremos en otra época del año para ver la ciudad desde ahí tomando un café en la terraza.

Emoción

Ayer recordaréis que tras el estrés de visitar tres casas, tres, y que volviese a estar disponible la primera de todas (llamémosla Piso Everest, por las escaleras de entrada que algunos tendrán el placer de escalar si vienen a vernos) estábamos al borde de una apoplejía pensando en cuál sería la primera en responder porque lo más probable es que aceptásemos, por riesgo de perderla no habiéndose materializado la posiblidad de alquilar otra. Bueno, en honor a la verdad YO estaba de los nervios, los críos pasaban de todo y Alejandro confiaba en que fuese la que fuese iba a ser una buena opción porque las cuatro nos habían gustado en algo. Así que nos quedamos en casa por la mañana encomendándonos a San Chaflán, patrón de los alquileres, y esperando pacientemente a las diez, cuando los inmobiliarios holandeses se han quitado ya las legañas, se han chutado su primer café y comienzan su jornada laboral.

Como en una peli de suspense, según dieron las diez sonó el móvil. Se trataba de William, un agente en sustitución de la chica que nos enseñó el Piso Everest, para decirnos que los dueños nos habían elegido, como Ash elige a Pikachu, y que por lo tanto el piso era nuestro de verdad de la buena. Me quedé paralizada de la emoción con el teléfono en mano y el agente hasta me dijo "congratulations" como si me hubiese tocado un piso en Torrevieja en vez de tratarse de un acuerdo de alquiler con mucha pasta de por medio en fianzas y comisiones. Se lo agradecí, colgué, le comuniqué al resto de la familia que ya tenemos techo a partir del 1 de septiembre, y pasé el resto de la mañana recopilando más papeles que había que enviar. Lo del número de calzado que decía en la entrada anterior era broma, pero por poco. Ahora, mis futuros caseros saben de nosotros más que muchos de nuestros seres queridos, pero todo sea por una buena causa. Por desgracia, parece que aquí son así las cosas.

Todo esto debería tenerme bailando por las calles y cantando de viva voz pero como una es desconfiada y ha leído tanta historia de estafa y mala fe, yo no me alegro hasta que no vea la llave en mi mano, cosa que ocurrirá la semana que viene si todo sale bien. Entre tanto llamó el inglés futbolero del piso del miércoles para preguntarnos si estábamos interesados, todo un detalle por su parte y más si lo comparamos con sus colegas locales, que pasan de todo. Quedé en decirle algo más adelante (por si acaso, ya que aún estábamos con el papeleo y no nos habían confirmado el alquiler), y más adelante le envié un mail diciéndole que al final iba a ser que no. El tipo fue de lo más amable y profesional y contestó que bueno, que había sido un placer de todas maneras, y que si me interesaba aún lo del club de fútbol para Javi en el futuro, ahí tenía el link. Le di las gracias y realmente recomendaría esa inmobiliaria (Perfect Housing), cosa que no puedo decir de muchas otras.

El rubio afro de los zapatos de gamuza azul había quedado en contestarnos el mismo miércoles y ayer jueves aún no sabíamos nada de él, así que le mandé un sms para zanjar el tema pero nos da que no habíamos sido elegidos de todas maneras. Ni contestó siquiera, el tío. Y hoy viernes nos dejó un mensaje el chico del piso vacío, el marido de la doctora, pero le contesté que a pesar de que su piso era genial habíamos dado con uno más cerca del cole. Es el que más pena me dio porque era muy simpático y el piso, una monada; pero con todo, el mejor era el primero y hemos tenido la suerte de que volviese a estar disponible; de los otros no sabemos si alguno era una opción real. Con todo esto vimos bien la diferencia entre usar una agencia que va sobrada, una agencia llevada por un tío no-holandés y un alquiler de un particular sin intermediarios.

Como los blogs los puede leer cualquiera, no voy a poner la calle o dirección del piso; pero está en una zona muy céntrica (sin ser la superturística), bien comunicado, cerquita del cole, con parque y vistas. Tiene hasta un balconcito. Era el que tenía un cuarto para los niños diminuto, pero bueno, haremos vida en el salón que es grande y cómodo (si al final firmamos de verdad, claro...)

Bueno, pues ahí acaba la primera parte de la Odisea de Buscar Piso en Tulipandia. Tras pasar toda la mañana con el tema de los papeles para el contrato, estábamos molidos hasta para coger la bici, así que decidimos darnos un paseo a pie hasta el flamante Eye, el museo de cinematografía con edificio de arquitecto-estrella: fotos y detalles en otra entrada.

jueves, 23 de agosto de 2012

Alquilar piso en Holanda

Ahora que parece que estamos a punto de lograr alquilar piso, aprovecho para poner unos cuantos datos sobre este tema. Esta entrada del blog es por tanto informativa y aburrida pero creo que puede ser muy útil para algunas personas que se planteen irse fuera de España, además me imagino que en otros países será similar.

Para empezar, hay varios españoles que llevan mucho más tiempo por estas tierras y han escrito sobre el asunto. Yo recomiendo empezar por leer esta entrada del blog de Pelocha, que explica muy bien cómo está el tema:


Nosotros podemos contribuir con nuestro granito de arena. Para empezar, todos los tópicos sobre lo difícil que es alquilar en Holanda, sobre todo en las ciudades grandes, son rigurosamente ciertos. Hace falta mucha constancia, paciencia, tiempo y organización. Los pisos vuelan, la demanda es altísima y en agosto es especialmente difícil porque la mitad de las agencias están a medio gas y encima compites con cientos de estudiantes buscando piso para septiembre. En las fachadas ves cientos de carteles de "se vende" (te koop) pero jamás verás uno de "se alquila" (te huur)

Yo lo enfoqué como un trabajo más, dedicando unas cuatro o cinco horas diarias a la búsqueda por internet y otras tres a ir en persona a las inmobiliarias a incordiar. No vale con ir enviando correos porque eso lo ignoran la mayoría de las veces.

- Empezar por las webs. Hay unas pocas como Pararius, Funda o Jaap que tienen pisos de muchas inmobiliarias (en el caso de Pararius además tienen la garantía de ser inmobiliarias con licencia y por tanto con más seguridad de que es todo legal) y buscadores por plano, número de habitaciones, rango de precio, etc. Además conviene mirar Marktplaats.nl, la web de anuncios personales, en la que a veces aparecen anuncios de particulares.
Como muchas son sólo en holandés y otras en holandés e inglés, conviene aprenderse unas cuantas palabras que te vas a encontrar muy a menudo (te huur, te koop, kamers, makelaars, etc.) y tener a mano el Google Translator o algo similar para ir traduciendo la letra pequeña.

Aquí va la lista que he usado todos los días:

www.funda.nl (en holandés pero fácil y muy popular)
www.pararius.nl (puedes suscribirte para que te avisen sobre la marcha de las novedades)
www.rooftrack.nl (la página oficial del ayuntamiento y por tanto legal y seria)
www.marktplaats.nl (página de anuncios por palabras, a veces de particulares y otras de agencias)
www.justlanded.com (admite suscripción para que te avisen de novedades)
www.perfecthousing.nl (inmobiliaria que en el Consulado me dijeron que era seria; son los de la Casa del Inglés, véase anotación anterior)
www.123wonen.nl (también recomendada desde varios frentes; son los del chico con Zapatos de Gamuza Azul)
www.mitula.nl
www.huurhuisnederland.nl
www.huurda.nl
www.monsterrent.nl
www.trovit.nl (aglutina ofertas de varias inmobiliarias)
www.kamernet.nl
www.domusrentals.nl
www.amsterdamrent.com
www.expatrentals.nl (con cuota)
www.tweedehands.net
www.huizenzoeker.nl (buscador de varias)
www.huurexpert.nl (cobran cuota pero se puede usar el truco explicado en cursiva un poco más abajo; yo lo hice y encontré el piso del marido de la doctora)
www.jaap.nl (particulares y agencias; son los del piso del marido de la doctora)

Como anotación, yo tengo vetada la inmobiliaria Jacobus Recourt porque la mayoría de las casas que ofrecen son sin suelo (se trata de la ya mítica agencia del becario surrealista).

MUY IMPORTANTE: muchas de las páginas ofrecen que metas tus datos y cuando pides info te dicen que hay que pagar una cuota. Esto no hay que hacerlo nunca, básicamente son agencias que googlean ofertas ajenas y te hacen de intermediario. Si ves un piso que te interesa pero no puedes acceder a los datos porque es una página de pago, hay un truco que he usado con éxito: descargas o capturas la foto del piso y usas el buscador de imágenes de google, con suerte toparás con el anuncio original y te saltarás a la sabandija inmobiliaria sin pagarles un duro. El buscador de imágenes de Google consiste en abrir google imágenes y simplemente arrastrar la imagen, se abre una ventana que pone "arrastrar imagen aquí" y busca mágicamente imagenes similares y la página en la que están. Gracias a este sistema encontré el piso del marido de la doctora (ver entrada anterior).

- Pregunta a todo el que te encuentres por si alguien sabe de algún piso en alquiler. Nunca se sabe, a lo mejor te enteras de algo por amigos de amigos o alguien conoce a alguien que alquila piso y busca un inquilino fiable.

- Puedes anunciarte como inquilino potencial. A mí me pareció una buena idea, y lo hice hace unos días. No me ha contactado nadie pero creo que vale la pena intentarlo. Se puede usar Marktplaats.nl (pagas 6 euros por un anuncio de 15 días), periódicos locales o mirar en los supermercados de barrio que a menudo tienen tablones de anuncios (en holandés casi siempre).

- otro truco que me sugirieron es fijarte en las casas a la venta y proponer alquilar a las que lleven anunciadas más tiempo, porque muchos caseros que empiezan tratando de vender acaban resignándose a alquilar. También puedes elegir la calle que quieres y poner en google dicho nombre y "te huur", hay muchas posibilidades de que aparezcan anuncios de alquiler en esa calle y esto sí que lo he hecho y funciona.

- Si encuentras una casa que te gusta, no pierdas el tiempo enviando un mail; mejor plántate en las oficinas de la inmobiliaria o mejor aún, llama por teléfono. O puedes escribir y luego ir en persona. Aquí los mails los suelen ignorar y es habitual que no te contesten o te contesten que ya lo han alquilado a alguien que llamó por teléfono.

- En los buscadores de aquí, el número de habitaciones (kamers) no es lo mismo que el número de dormitorios (slaapkamers), con lo cual un piso de 2 kamers tiene un salón y un dormitorio, no dos dormitorios. Si quieres dos dormitorios como nosotros, tienes que buscar 3 kamers. Un piso de 1 kamer o > 1 kamer es un estudio sin habitaciones separadas.

- Es fundamental saber si el precio de alquiler es con o sin gastos. Aquí suele aparecer el término "exclusive" o "inclusive". El primero indica que el precio es con todos los gastos aparte, es decir, que hay que sumar comunidad y los gastos de agua, luz y gas. Ojo porque aquí puede haber truco, hay pisos que piden doscientos euros más por los gastos. Uno puede pensar que los gastos de agua, luz y gas dependen de cada cual pero no siempre es así, normalmente el casero o la inmobiliaria calculan un gasto de promedio mensual (por ejemplo, 150 €) y en todo caso, si gastas menos, te devuelven la diferencia al final de tu contrato de alquiler (o, si has gastado más, te lo deducen del depósito). Si estás muchos años, puede que esa diferencia a tu favor no la veas nunca, o que te lleves una sorpresa desagradable al terminar el plazo y encontrarte con que le debes dinero extra al casero. Como en España, los gastos de comunidad varían según el tipo de edificio, si tiene o no jardín, el número de vecinos, etc; pueden ser 50 € o 150 € así que es algo a tener en cuenta.

- Lo del suelo inexistente que tanto ha fascinado a los que han leído este blog desde el principio ayuda a cribar. Muchos de los pisos prometen hasta que ves las fotos del suelo y te encuentras con el horror. A veces la foto es la única pista de que no lo hay, otras veces en el texto te dicen que tendrás que pagar los gastos de instalación de moqueta o tarima. Algunas páginas indican en el buscador que tienen pisos amueblados, no amueblados o "carcasa", que quiere decir que tiene cuatro paredes, suelo y techo, pero que más vale que seas mañoso porque ni hay suelo instalado, ni hay bombillas, ni la pared está rematada.

- La inscripción en el ayuntamiento viene muy bien explicada en el blog de Pelocha, básicamente indica si el contrato es legal y te permite usarlo para el empadronamiento, o si es una cosa extraña tipo subarrendamiento y no te lo permiten.

- Condiciones. En muchos anuncios te avisan que si tu sueldo no es X veces el alquiler, ni lo intentes. A veces es 4, otras veces 40 veces por el salario anual, etc. Hay casos en los que puedes negociar o intentarlo aunque no sea así, pero algunas inmobiliarias ya te avisan que si no ganas cierta cantidad ni te molestes. Lo que piden todas sin excepción es una copia de tu contrato de trabajo; en algunos casos, nos han pedido o hemos ofrecido un extracto bancario para que el casero vea que tienes fondos y no vas a dejar de pagar.
Como en España, te van a pedir un mes de adelanto, otro de depósito y el de comisión de la inmobiliaria (al que hay que sumar un nada desdeñable 19% de IVA, que en octubre pasará al 21%). Hay particulares con los que te ahorras la comisión de la inmobiliaria pero que te piden gastos administrativos (por ejemplo, el del marido de la doctora pedía 600 € de gastos de administración). Hay caseros que piden dos meses de depósito, esto es frecuente y algunas agencias te ofrecen negociarlo, pero por si acaso hay que contar con que te lo pueden pedir y el desembolso es salado.

- En general y por triste que sea, si no tienes un contrato de trabajo lo tienes muy, muy crudo; mejor compartir piso o meterte en pisos de vacaciones (que te pueden hacer precio especial si alquilas un mes o dos) hasta que tengas un contrato. Muchos de los pisos que no piden contrato no son legales y por tanto no te van a servir para pedir el BSN (el número fiscal de empadronamiento), además de que te puedes ver en la calle de un día para otro, así que mucho ojo. Nosotros contábamos con hacer un gasto gordo al principio porque lógicamente meterte en un hotel, motel o piso de vacaciones es más fácil pero más caro que un alquiler normal. Se pueden encontrar contratos para tres meses y cosas así pero rara vez incluyen la posibilidad de registro en el ayuntamiento. Si se trata de una persona sola, yo empezaría por compartir piso y así tienes un sitio desde el que ir buscando trabajo y el siguiente apartamento.

¿A la de tres?

Menudo día tuvimos ayer. Habíamos logrado concertar dos visitas por la tarde, que con una llamada a una inmobiliaria por la mañana se convirtieron en tres, una a las 15:00, otra a las 17:00 y la última a las 18:45, por suerte todas en la misma zona de la ciudad. Por la mañana no teníamos ninguna que ver y aprovechamos para hacer cosas en casa y salir a hacer la compra. Tras la comida y con una hora de margen para llegar con tiempo, nos dirigimos a la primera casa del día, sin mucha esperanza porque ya uno no sabe a qué atenerse.

1º: Casa Zapatos de gamuza azul

Esta primera casa la encontré en la web de una de las inmobiliarias recomendadas por el Consulado. Cuando la colgaron en la página cogí el móvil y llamé directamente, algo que ya he aprendido por las malas que es mejor que usar los correos. En el caso de esta agencia, además, ellos mismos lo ponen en su web (algo así como "tendrán prioridad las llamadas telefónicas sobre los correos electrónicos"). Se trataba de una casa razonablemente barata, una superficie de unos 75 m2 y en una zona fantástica, a unos diez minutos a pie del colegio; lo malo es que no había ninguna foto para acompañar la descripción e íbamos a ciegas. Llegamos a la calle en cuestión y nos encantó: zona residencial pero con supermercados y tiendas a la vuelta de la esquina. El edificio, una pinta estupenda, antiguo pero bien hecho y bien conservado. Placita con columpios y césped justo enfrente, silencio total, calle impoluta. Cuando llamé al que nos la iba a enseñar resultó que ya estaba en la casa y bajó a abrirnos; el piso era el primero (bien, porque no hay ascensor) y el agente era un chico larguirucho con un peinado afro rubio y unos alucinantes zapatos de gamuza azul (eléctrico).

La única foto del piso

El piso nos encantó. Es pequeño pero tiene todo bien distribuido, una cocina en condiciones y limpia, los muebles justos y hasta una terracita sobre los jardines traseros de los vecinos de las plantas bajas. En menos de cinco minutos de visita decidimos que firmábamos la hoja de solicitud. Esto es un formulario en el que cuentas quién eres, si fumas o no, si tienes niños o mascotas, cuánto ganas, para quién trabajas y cuál es tu número de calzado y la agencia se la presenta al casero a ver si le gustas. Realmente no te compromete al cien por cien pero es el paso previo a firmar el contrato. Como ya hemos aprendido que aquí el que no corre vuela, firmamos, le sonreímos al agente y nos fuimos tratando de que no se nos notase la ansiedad. El chico quedó en llamarnos por la tarde o al día siguiente. Hay que decir que cuando llegamos salían cuatro chicas, obviamente estudiantes, que venían de verlo también; y cuando salimos nosotros llegaba otro par de chicas a ver el piso. Comentamos que con suerte el casero prefiere una familia con trabajo a un grupo de estudiantes y retomamos las bicis en dirección a la siguiente casa.

2º: Casa Inglés futbolero

La segunda casa estaba un poco más al sur, más cerca de la oficina pero más alejada del colegio, aunque no mucho (nos cronometramos y son 10-15 minutos en bicicleta, quizá media hora a pie). Llegamos casi media hora antes así que echamos un vistazo al barrio. Es una zona más nueva, sin tanto encanto, pero con un parque enorme justo enfrente y los supermercados y tiendas no muy lejos. Curiosamente un par de manzanas más abajo hay como cinco restaurantes coreanos uno al lado del otro. Volvimos al portal y aunque quedaban aún quince minutos, el agente llegó antes de la hora también y subimos a verlo. En este caso se trataba de un inglés (ya el nombre lo delataba porque parece salido de una novela de las de Jeeves), muy simpático y que resultó que había trabajado para la empresa de la competencia de la mía hasta hace poco, y los fines de semana entrena clubes de fútbol infantiles, en los que hay varios alumnos del cole de Javi. Como buen inglés, lleva seis años aquí y no habla ni torta de holandés ni quiere saber nada de los arenques.

El piso es enorme, más de 90 m2. Por desgracia están bastante mal distribuidos, con una cocina diminuta, un baño extrañísimo, armarios jurásicos y un suelo en la entrada de linóleo burdeos (¿¿¿???). Lo bueno es que tiene un salón como para poner una pista de baile; es un 8º piso con unas vistas increíbles sobre el bosque y los parques, y las ventanas son modernas y muy aislantes, algo siempre positivo cuando llega el frío. Nos gustó bastante en general, pero el precio es más alto que el de los demás pisos del día, y encima el dueño pide dos meses de fianza con lo que el primer mes tienes que aflojar cuatro veces el precio del alquiler. Aún así el agente nos dijo que eso se podía negociar y que quizá el dueño podría incluir los gastos de agua, luz y gas en el precio total, así que quedamos en que le avisaríamos para una posible contraoferta (algo inaudito aquí) y nos despedimos.


La siguiente casa estaba a menos de ochocientos metros de esta última así que en el rato que nos quedaba echamos un vistazo a un centro comercial que nos había dicho el inglés que estaba muy bien, y pasamos por el parque de enfrente, que le encantó a Javi. Es un parque diferente a los que habíamos visto hasta ahora porque tiene colinas por todas partes, algo raro aquí, y hay varios estanques con atracciones de madera y metal diseñadas para que los niños se jueguen la vida y los perros holandeses sean los más felices del mundo mundial.

Parque con estanque frente a la casa 2. Los palos de madera son, 
por supuesto, para que los niños se suban y salten 
de uno a otro provocando infartos a sus padres o abuelos.

Durante la espera, me llegó un correo sorprendente: la chica del primer piso de todos, el que nos había encantado pero que no pudimos alquilar porque el casero eligió a otra gente, nos decía que si estábamos aún interesados porque el primer candidato se había rajado y si queríamos podía volver a proponernos (ojo, no alquilárnoslo, sino volver a proponer nuestra candidatura, como si fuésemos Madrid para los Juegos Olímpicos). No nos lo podíamos creer, anteayer estábamos pelados y ayer teníamos opción a cuatro pisos distintos.

3º: El marido de la doctora

El siguiente piso era de un particular, que había tratado de venderlo pero al no lograrlo optó por el alquiler. Se trataba de un hombre relativamente joven, muy simpático, cuya mujer es médico y por tanto había aislado las ventanas de la casa contra luz y sonidos. La casa es antigua pero le han hecho varias reformas y tiene una cocina monísima, dos dormitorios bastante grandes, una terraza estupenda (es un tercer piso) y encima, ascensor (¡¡¡ ascensor !!!) con rampa de entrada, garaje para las bicis y un precio razonable. La única pega es que no había ni un mueble, una cosa que nos pilló de sorpresa porque en las fotos se veía amueblado y además con bastante gusto. Ni siquiera tenía lavadora; pero bueno, a cambio es más barato que los otros y al no haber agencia por medio se compensa el gasto.

Así, pero sin los muebles.

Hablando con el chico, nos comentó que además los gastos de agua, luz y gas eran bajos y respecto a los muebles, que los había quitado cuando pensó en vender pero que si queríamos podía recuperar unos cuantos. Me hizo gracia porque cuando nos sacó el formulario que le había dado una asesoría para el tema del alquiler, le daba vergüenza preguntarnos por nuestros sueldos y ahorros, lo cual le honra porque ya estamos un poco quemados de que tras el "buenos días" la siguiente pregunta en las inmobiliarias sea cuál es tu sueldo anual bruto. Será porque soy española pero a mí me sigue irritando y me da bastante pudor hablar de ese tema con gente a la que acabas de conocer, la verdad. Se agradece topar con alguien que te lo pregunta sabiendo que aunque toca, es una pregunta de muy mal gusto.

Firmamos la solicitud de interés y nos fuimos, mirando de reojo y con horror a la otra pareja que entraba, unos holandeses con dos niños de edades similares a los nuestros. Si ambos tienen trabajo estamos perdidos, pensamos. Por otra parte, el dueño nos había dicho que pensaban seguir vendiéndolo y que nos avisaba de que si lo vendía, nos avisaría con tres meses de antelación para darnos tiempo a buscar otra cosa; la ley holandesa les obliga a este aviso, mientras que al inquilino le basta un mes de adelanto para cancelar el contrato de alquiler.

Recapitulación

Salimos de la tercera casa hechos un lío. Aparentemente, tenemos cuatro opciones; en realidad, aún no hay ninguna concreta porque en todas lo único que hemos hecho es decir que por nuestra parte sí que estamos interesados. Recapitulando, nuestras preferencias serían:
  1. La casa del primer día. Buena, bonita y barata; única pega, cuarto de los niños pequeño.
  2. La casa Zapatos de gamuza azul: buena, bonita y barata; única pega, un poco pequeña.
  3. La casa vacía del marido de la doctora: buena, bonita y barata; única pega, está pelada.
  4. La casa del inglés: buena y bonita (parcialmente); pega: es la más cara de las cuatro.
Se supone que hoy nos debería contestar alguno de ellos, y en este caso el primero que conteste será seguramente el que aceptemos porque realmente queremos zanjar esto ya y tras ver cosas como el Piso Pierce Brosnan o el Piso Quinto Diemen las cuatro opciones nos parecen maravillosas: cerca del colegio, no lejos de la oficina, en barrios bonitos con parques y tiendas y buena comunicación de transporte público. Así que quizá hoy tengamos ya algo en firme.

Hoy a cambio no tenemos ninguna visita (mañana sí), así que seguramente nos iremos a ver algún museo, por ejemplo el Eye. Es el flamante museo de cinematografía, recién inaugurado y cuya arquitecta es Zaha Hadid. Lo vemos todos los días desde el ferry y sólo por el edificio ya merece la pena darse un salto. Es una mezcla entre yate de lujo y nave espacial, y en estas semanas expone sobre la obra de Kubrick; cada día vemos a Malcolm McDowell mirándonos desde el póster de la torre junto al museo. Trataremos de no pensar en pisos y pasar una "jornada de reflexión (ajena)" traquila.

El Eye es lo de la izquierda. En medio, Malcolm.

miércoles, 22 de agosto de 2012

El escudo de Ámsterdam

Esta tarde iremos a ver tres pisos y puede que el nuestro (y el de los que vengan de visita) esté entre ellos. Comentaremos luego aquí en el blog. Entre tanto, aprovecho para poner un "dato cultureta" sobre el escudo de la ciudad.

En una vidriera de Oude Kerk

Por todas partes te encuentras un símbolo de tres equis en vertical, que es desde hace más de cinco siglos el escudo de la ciudad de Ámsterdam, en variantes minimalistas y en relieves más adornados. Se trata de tres cruces de San Andrés (patrón de la ciudad; San Nicolás es el de los marineros y navieras y por tanto ambos aparecen aquí y allá en iglesias, cofradías y edificios comerciales). Se dice que simbolizan los tres peligros que acechan a la ciudad: las inundaciones, las pestes y el fuego. De las tres, hoy en día sólo es un peligro real el agua, pero en el pasado iban alternando y más de una vez la ciudad quedó diezmada por la peste negra, por incendios y por roturas de los diques. También se dice que proviene de una familia burguesa que gobernaron la ciudad hace siglos, y cuyo escudo se parecía al actual.

En el exterior de Oude Kerk

Hay además una explicación que parece bastante más lógica y menos poética, y es que como por el puerto de la ciudad pasaban miles de fardos con mercancías diversas y los estibadores y marinos no solían saber leer, la marca de tres cruces era fácilmente reconocible como destino de cualquier paquete o caja. Tras la Segunda Guerra Mundial la reina añadió el lema "valiente, firme, compasiva" para recordar las cualidades del pueblo holandés frente al invasor, y a veces te encuentras esta explicación de una cualidad por cada cruz en las guías, pero este lema es mucho más reciente que las tres cruces en sí.

Lo ves por todos lados y por supuesto en las tiendas de souvenirs hay miles de productos de mejor o peor gusto con las tres crucecitas. Cuando vamos por la ciudad a veces jugamos con Javi al veo-veo con las tres cruces, y gana quien más veces las localice.

martes, 21 de agosto de 2012

Iglesias y comida tailandesa

Para hoy no había habido manera de concertar ninguna visita de piso, ni había ningún anuncio nuevo en las páginas de internet; así que decidimos seguir conociendo la ciudad y visitar dos de las iglesias más emblemáticas, la Oude Kerk y la iglesia de San Nicolás. Nos quedaba más cerca la segunda, que está frente a la estación central; pero como estaba cerrada todavía, fuimos primero a ver la Oude Kerk.

La Oude Kerk (la iglesia vieja) es el edificio más antiguo de Ámsterdam, y data del siglo XIII. Lo más chocante, de entrada, es que está en el famoso Barrio Rojo, una zona que procuramos evitar porque siempre vamos con los niños y aunque la niña no se entera (espero), para el mayor ya es un poco extraño ver señoras semidesnudas posando tras cristales de escaparate. Durante los últimos años han ido restringiendo las calles en las que se pueden poner a la vista, pero siguen viéndose muchas en dos o tres calles y en el callejón que rodea la iglesia. Sales de la iglesia y prácticamente enfrente tienes a una señora en ropa interior despatarrada en un taburete tras un cristal, a plena luz del día mientras los abueletes pasean y los barrenderos recogen los restos de los botellones de la noche anterior. También ves a alguno de los clientes entrando o saliendo, y el primer año que vinimos recuerdo que en alguna de ellas había cola, cuatro o cinco tíos que o bien se habían hecho amigos esperando turno, o habían acudido en tropel a la misma chica. No es tan siniestro como Tailandia, por ejemplo, pero da algo de rollo. Además es posiblemente la zona con más basura de la ciudad, y está llena de coffeeshops, tiendas de souvenirs horripilantes y hoteles cutres. Invariablemente topas con algún grupo de estudiantes colocados a las diez de la mañana haciendo ruido y encantados de poder beber y fumar desde primera hora. Jamás ves holandeses por allí si no es trabajando. Aún así, algunos de los edificios son viviendas y no me quiero imaginar lo que será vivir aquí, donde cada noche las hordas de turistas salen a cogerse pedales, visitar a las chicas y montar gresca; las calles por la mañana se ven (y huelen) como las de Santa Cruz en Carnaval. Ojo si alguna vez buscais hotel aquí porque es una zona a evitar. Frente a la iglesia se puede ver el portal de un sufrido vecino, que estará hasta el moño de que le toquen al timbre pidiendo drogas, compañía o habitaciones:


La Oude Kerk cobra por entrar, pero una vez más usamos la Museum Kaart. Con los tickets nos dieron un par de hojas plastificadas, en español, para ver las diferentes capillas y reconocer las cosas de mayor interés. La iglesia ha sido restaurada hace poco y la piedra parece que la acaban de poner; aún hay un par de andamios y zonas restringidas porque no han terminado, pero se ve casi todo. Como se trata de una iglesia protestante, está más bien pelada. Casi no hay adornos, las vidrieras son sobrias, y en general es elegante e impresionante pero a mí me gustan mucho más las iglesias bien recargadas, con santos por todas partes y olor a cirio. Me gustó, pero me pareció más interesante la sinagoga. Aquí va una foto del interior de la iglesia:

Ojo a la escalera de subida al campanario.

En una de las cámaras comunicada con la capilla hay una copia de la partida de matrimonio de Rembrandt, cuya primera mujer está enterrada en la iglesia; y en la zona del altar hay un par de barcos colgados, algo que hemos visto en iglesias de pescadores en Volendam y Marken y siempre queda bonito.

Tras la Oude Kerk fuimos dando un paseo calle arriba hasta la iglesia de San Nicolás. Esta es católica y por lo tanto su interior no tiene nada que ver: es tenebrosa, está abarrotada de santos, cuadros con el via Crucis completito y sus toques escabrosos, vidrieras con mil detalles y humo de cirios desde que abres la puerta. No es especialmente llamativa, en el sentido de que en Bélgica y en otras ciudades holandesas hay muchas más catedrales e iglesias más bonitas que esta, pero no está mal. El acceso es gratuito pero como hay misas si te pilla en medio de una puedes encontrarte el acceso restringido. Dimos un buen paseo viendo los cuadros de gran formato que rodean la nave y mi hijo preguntó por todo el Via Crucis y las figuras que aparecen. Desde el año pasado en el viaje a París cuando entramos en iglesias intentamos jugar a reconocer los diferentes santos que aparecen, para que no se le haga tan aburrido. También empieza ya con preguntas más complicadas que supongo que ya tocaba. De hecho, se pasa el día preguntando cosas y no siempre sabemos qué explicarle.

La iglesia de San Nicolás (Sint-Nicolaaskerk)

Al salir era ya la hora de comer. Ayer, intercambiando mails con la bloguera Pelocha, me recomendó un sitio de comida tailandesa allí mismo a la vuelta de la iglesia, y allí nos dirigimos a pedir unas cuantas cosas para llevar y comer en un parque (seguimos con la ola de calor y es lo propio). Por menos de treinta euros nos pusieron una ración de cerdo agridulce (muy bueno), otra de pollo con curry de coco (bueno pero bastante picante), rollitos de verdura (adictivos) y brochetas de pollo con salsa de cacahuete (el nuevo plato favorito de Javi), además de dos raciones generosas de arroz, así que el sitio queda apuntado y será visitado de nuevo. Eso sí, hay que verlo: la cocina mide como 1,5 por 0,6 y contiene cinco woks y sus fuegos, ollas, cuatro cocineros hiperactivos, el camarero, cuarenta cajas de comida, la caja registradora y el baño para clientes, al que se accede arriesgando la vida atravesando la cocina de lado y tratando de no quemarte las cejas con las llamas de los woks. Pero la comida estaba buenísima y algunos de los otros clientes estaban dando cuenta de cosas con muy buena pinta que serán probadas en otra ocasión.

Esta vez nos fuimos con la comida y nuestra fiel manta de picnic al Oosterpark, el parque del Este. Es pequeño y está fuera del circuito turístico así que hay menos gente que en el Vondelpark o el Westerpark, y por supuesto dispone de zona de baño y diversión para niños, así que para variar pusimos la manta, comimos y echamos la siesta mientras Javi hacía vida social y se dedicaba a las peleas de agua.

Tras la comida en el parque fuimos a hacer la compra y entre tanto recibí varias llamadas, una de la inmobiliaria con la que íbamos a ver mañana un piso por la mañana, que nos cambia la visita al viernes; otra, de otra inmobiliaria para ponernos una visita mañana. Esto es un sinvivir, cada vez que suena el teléfono pienso que es la agencia de turno para decirme que el piso que me interesa ya ha sido alquilado... Así que mañana miércoles seguimos teniendo dos casas que ver, casualmente a 700 metros la una de la otra, y quizá una de ellas sea La Nuestra al fin. Mañana más.